Jugá con la pintura
- Martina Kleinert
- 15 oct 2021
- 2 Min. de lectura
El otro día vi un posteo de instagram genial donde mostraban cómo, jugando con la pintura, se puede modificar completamente la percepción de un espacio.
Y obvio que no podía dejar pasar por alto la oportunidad de mostrarte cómo sucede este fenómeno.
Si viste algunos de mis posteos de tips, sabés de sobra que soy fan del juego de colores y texturas en los espacios. Soy de las que creen que el interiorismo no pasa sólo por el simple hecho de decorar, sino que abarca mucho más de lo que se cree.
Me gusta pensar que, si sabemos como usar las herramientas del diseño, podemos lograr involucrar a todos los sentidos dentro de un mismo espacio. Y que no se necesita deco excesiva para transmitir un mensaje.
Una de esas herramientas es la pintura, pero no cómo color como tal -eso ya lo aprendimos en el posteo de la psicología del color-, sino cómo partícipe del juego visual.
Siempre digo que usar el blanco en espacios pequeños los amplia. Y aun que todos sabemos que no es realmente cierto -por que ningún espacio puede agrandar sus medidas con el uso de un color-, entendemos el concepto.
Pero ¿Por qué sucede esto?
El ojo percibe por planos, niveles. ¿Viste eso qué dicen que solemos ver primero lo que tenemos más cerca? Bueno, acá pasa algo parecido.
Vamos por partes:
En primer instancia el ojo une, integra, agrupa. Separa lo que ve de un color y lo contrasta con lo que percibe de otro.
Una vez comprendida esta agrupación, pone en primer plano lo más claro, separando por niveles las tonalidades.
Y, terminado este proceso, pasa a ver por planos.
Ahora, entendiendo como funciona el ojo ¿por qué razón el "negro" achica y el "blanco" amplia?
Esto tiene que ver con la cantidad de absorción o reflexión que tiene cada color. No me quiero poner muy técnica porque te voy a aburrir. Pero básicamente se refiere a que entre más oscuro sea el color, más luz absorbe, y por ende, más achica.
Eso significa que si tengo un espacio completamente gris, la luz va a reflejarse mucho menos que en un cuarto claro, haciendo que mi ojo tienda a compactar el ambiente.
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