Obras, un caos perfecto

Este es uno de los primeros temas que me consultan en reuniones de ocio cuando comento de qué trabajo. Pero, ¿A qué se debe? ¿Será que inconscientemente todos le tememos a esta etapa?

La incertidumbre de qué pasará una vez que se decida tirar una pared, que se rompa un caño, o qué los trabajadores no congenien, son algunas de las cosas que me comentan en esa instancia.

Y no voy a mentir, esas mismas dudas pasaron por mi cabeza más de una vez.

Es por eso que me pareció genial la idea de pasar este dilema que tanto surge en conversaciones a papel -o digital en este caso-, para que todos entendamos, siendo del rubro o no, que es lo que verdaderamente ocurre en una obra.

Paso a contarles cómo es el proceso -o por lo menos, mi proceso-: Antes de mi primer remodelación grosa, veía fotos de obras y me daba ansiedad.

¿Cómo iba a poder manejar una situación así sola? ¿Qué iba a pasar si una de las paredes no se podía tirar? ¿Y si rompía algo que no debía?

Mi primer obra fue un estrés total, si bien estaba preparada desde lo teórico, ¿cómo iba a saber que no iba a pasar nada malo en la práctica?

Uno teme que lo que aprendió a lo largo de la carrera no sea verdaderamente ejecutable en la realidad. Y seamos sinceros, ¿Quién no pensaría dos veces sí una pared es realmente portante o no?

Por suerte en ese momento entendí que no estaba sola, que tenía un equipo de trabajo de gran trayectoria atrás que me iba a ayudar a bancar la situación. Comprendí que, si bien era la cabeza del equipo, las decisiones se tomaban en conjunto, y que ninguno dejaría que otro tome la iniciativa si lo que decidía no era 100% seguro.

Tenemos, o por lo menos yo, esa idea de que lo heavy de una obra se hace de un día para el otro, y por suerte no es así.

Uno tiene tiempo de rever todo el diseño, rechequear y asegurarse que todo lo que se pensó es posible de materializar antes de empezar a romper.

La realidad es que no hay una fórmula estipulada para sobrellevar una obra, pero algo es seguro, es un proceso espectacular.

Es increíble ver como un espacio tan caótico, -pelado-, puede volverse algo completamente diferente.

Simplificando: don't panic, lo importante es disfrutar el proceso.